M+M

Te miro como hipnotizado mientras le hacés cosquillas en los pies al ponerle las medias y caigo en la cuenta...
Me pregunto qué hubiese sido de mí si aquella vez me hubieras dicho que no, que era demasiado tarde. No lo sé. Hubiera seguido mi camino, mi carrera... Estaría bien, supongo. Tal vez, hasta hubiese conseguido alguien que te llegara a los talones.
Costó más de un dolor de cabeza, pero costó menos que empezar los dos de cero.
Pasaron varios años desde aquel momento. Creo que nunca hubiese sido capaz de imaginar todo tan perfecto. Teníamos una idea de cómo queríamos que resultaran las cosas, pero esto sobrepasó mi imaginación.
Al final, conservo ciertas manías, pero estoy mucho más conforme que entonces con la clase de hombre que soy. Hasta ahora no me lo dijiste, pero cuando estamos cerca, mirándonos a los ojos y se hacen esos silencios en los cuales nos hablamos sin la voz y aparece tu sonrisa... a veces siento que esa sonrisa me lo dice todo.
Gracias a vos me convertí en un hombre que valora cada cosita que tiene porque alguna vez no tuvo nada. Y no puedo creer que seas la mismísima mujer que me atrajo hace tanto tiempo. Quizás sea por eso que aún me volvés así de loco cuando abrís los ojos al despertarte, cuando te veo maquillarte o cuando te veo por el espejo, concentrada, con el ceño fruncido, mientras me cortás el pelo. Quizás sea por todo eso que hoy estamos así... como siempre lo soñamos.